Han pasado 1.402 días desde que escribí esto, desde el día en el que Alexandra Córdova abrazó y habló con su hijo por última vez. Él se llama David Romo, repito, se llama David, no se llamaba, no se llamó, se llama David Romo Córdova. Las últimas palabras que le dijo a su madre fueron para informarle que estaba próximo a llegar, ese tiempo no debía exceder de 10 o 15 minutos, pero, ya han transcurrido 1.402 días, casi 4 años y aún no llega.